¡Qué piel tan mullida! Aunque aún es joven, el pequeño potro de llama ya tiene un espeso pelaje marrón. La lana lo mantiene calentito, y eso le viene más que bien en su Sudamérica natal, donde suele soplar un viento frío en las montañas. Cuando hace más calor, está deseando que lo esquilen y que tejan un jersey de punto con su lana. ¡No hay nada mejor!
El pequeño potro de llama tiene un aspecto adorable con su abundante y esponjoso pelaje de color marrón. El cuello largo y la delicada cabeza son de color marrón oscuro, igual que las orejas puntiagudas. Solo la corta nariz y las patas son negras. Sus apacibles ojos brillan muchísimo. A lo mejor te deja que lo acaricies.
3-8 años